
25 Sep Entrevista a Sergio Fernández Artamendi, presidente del Comité Organizador del Congreso de Cannabis
“La complejidad de esta sustancia, sus efectos y los avances, hacen que un congreso como este, sea una necesidad y una oportunidad para estar al día”
Sevilla acoge el próximo noviembre (28 y 29) el V Congreso Científico Internacional sobre prevención, tratamiento y control del consumo de cannabis organizado por Socidrogalcohol. Sergio Fernández Artamendi es Presidente del Comité Organizador y trabaja en el Departamento de Psicología, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad de Sevilla. Considera que el carácter internacional del evento y la especificidad en el tema han contribuido a que este evento sea un éxito en cada una de sus ediciones bianuales.
Pregunta. Este congreso se ha consolidado ya como un evento más de Socidrogalcohol, ¿Dónde reside su éxito?
Respuesta. Creo que su éxito es producto de diversos factores. En primer lugar, su alta especificidad, al abordar de forma muy exhaustiva todo lo relacionado con una sustancia tremendamente compleja, como es el cannabis. En segundo lugar, su carácter internacional, contando siempre con conferencias invitadas de investigadores de diversos lugares del mundo, como es el caso de James McKillop, Diego Quattrone, Anna Gallegos o Jacques Gaume este año, y con grandes expertos nacionales, como Rafael Maldonado, Manuel Isorna o Fernando Fonseca. En tercer lugar, su carácter multi e interdisciplinar, al contar con profesionales de diversas disciplinas como la medicina, la psicología, la educación, el trabajo social o incluso el derecho, compartiendo un mismo espacio de discusión y aprendizaje colectivo.
P. ¿Tan relevante es para los profesionales el tema del cannabis?
R. En el ámbito de las adicciones, el cannabis es sin duda uno de los retos más significativos de los últimos años. La gran complejidad de esta sustancia y de sus efectos, los diversos riesgos para la salud y la salud mental derivados de su consumo, los posibles beneficios terapéuticos y las dificultades de su regulación y prevención efectivas, hacen que sea necesario un abordaje como este, científico e integrado. Los avances en todos estos frentes son tantos, y tan rápidos, que un congreso como este es una necesidad y una oportunidad perfecta para seguirles la pista y poder estar al día. Esto es fundamental para la práctica profesional en todos estos ámbitos.
P. ¿Es necesario este enfoque tan científico en un momento de banalización del consumo?
R. Una de las principales dificultades para la adecuada comprensión del cannabis es la gran cantidad de desinformación que hay al respecto. El cannabis es más que una droga, ya que es una combinación de sustancias psicoactivas, cuyos efectos son amplios y diversos a lo largo y ancho del cuerpo humano, afectando desde al Sistema Nervioso, al Sistema Inmune, a diversos órganos y funciones… Ante esta complejidad, los mensajes simplistas, reduccionistas e imprecisos o directamente falsos sobre el cannabis, a menudo centrados en supuestos efectos casi mágicos, derivan en percepciones de riesgo inadecuadas, fomentando el consumo e incrementando los riesgos asociados, sobre todo en poblaciones vulnerables. Los diversos cannabionides pueden tener tanto riesgos como beneficios para la salud, pero debemos ser precisos para evitar banalizaciones que confundan a la población sobre sus efectos. El congreso busca, precisamente, ofrecer este espacio de discusión de los avances en el ámbito de la salud con el objetivo de entender mejor estas sustancias.
P. ¿Hay evidencias suficientes para hablar del consumo de cannabis como un problema de salud?
R. Hoy día, la evidencia es amplia sobre los efectos negativos del consumo de cannabis para la salud, tanto físico como mental, particularmente en jóvenes, en personas vulnerables a estos efectos y ante usos tempranos e intensivos. Así, sabemos por ejemplo que el uso de cannabis, y en particular de algunas variantes como el cannabis de alta potencia, incrementa la sintomatología psicótica. De la misma forma, su uso presenta riesgos para otros problemas de salud mental e intoxicaciones, pero también para la salud pulmonar y el incremento del riesgo de problemas cardiovasculares.
P. Sobre esta edición en concreto, ¿Qué destacaría?
R. Destacaría particularmente el nivel profesional de los ponentes, tanto en las conferencias como en las mesas. En esta edición vamos a acercarnos al impacto de las distintas estrategias de regulación del cannabis en países como Canada, de la mano de James McKillop. También contamos con Diego Quattrone, del King’s College, que nos ofrecerá los últimos avances en el estudio del impacto del consumo de cannabis y sus nuevas variantes sobre aspectos psicosociales y la salud mental, o Rafael Maldonado, uno de los mayores expertos en cannabis, que nos hablará de la globalización y el cannabis. Por otra parte, expertos como Luis Uriarte o Fernando Rodríguez Fonseca nos ofrecerán novedades sobre los estudios del metabolismo del cannabis, las estrategias de la fiscalía antidrogas, y diversos profesionales nos presentarán nuevos programas preventivos eficaces, aplicaciones terapéuticas, posibles estrategias de tratamiento psicológico, etc.
Otro de los elementos que destacaría son los 6 talleres de especialización para profesionales. En estos talleres, se trabajarán en profundidad técnicas de intervención para usuarios con problemas de cannabis, desde la entrevista motivacional, el tratamiento con menores o la perspectiva transdiagnóstica, y técnicas de prevención basada en la evidencia. En todos ellos, contamos con grandes expertos con amplia experiencia práctica en este ámbito. Sin duda, una oportunidad que no se puede perder en Sevilla.
R. ¿Nos deben preocupar los cannabinoides sintéticos?
P. Así es y, de hecho, otra de las conferenciantes internacionales invitadas será Anna Gallegos, de la European Union Drugs Agency. Su papel será precisamente actualizarnos sobre los cannabinoides sintéticos y, en particular, sobre una nueva variante: los cannabinoides semisintéticos. Estas sustancias suponen nuevos retos sanitarios, legales y también oportunidades terapéuticas sobre las que aún tenemos mucho que aprender.
P. ¿Hay oportunidades en el cannabis o son más los riesgos? ¿Cómo equilibramos esto?
R. Como comentaba anteriormente, la complejidad del cannabis como droga hace que no existan respuestas simples a esta pregunta. El cannabis contiene diversas sustancias cannabinoides, de las que ahora disponemos también en versión sintética y semisintética. El Sistema Endocannabinoide, que procesa estas sustancias en nuestro cuerpo, es también tremendamente complejo y afecta a múltiples estructuras y funciones clave de nuestra salud y nuestra salud mental. Por ello, para navegar en este “universo” del cannabis, se requieren mapas detallados que nos ayuden a entender dónde están los riesgos, cuáles son los posibles beneficios y hasta dónde llegan, qué ofrecen las posibles aplicaciones médicas, cómo informamos y prevenimos adecuadamente a los jóvenes, como trabajamos terapéuticamente con los usuarios con problemas y qué estrategias legales o regulatorias pueden ser las mejores.
P. ¿Qué van a encontrar los que acudan a este evento?
R. Si seguimos con la metáfora que planteaba en la pregunta anterior, con el congreso buscamos ofrecer un viaje de profundización en el mundo del cannabis, desde una perspectiva científica, con una visión internacional, multidisciplinar e interdisciplinar, centrada en la discusión y el aprendizaje colectivo. En el día y medio de congreso, así como en los talleres precongreso, los asistentes podrán ponerse al día de todas las novedades científicas sobre el cannabis, así como actualizarse en las técnicas de prevención basada en la evidencia, entrevista motivacional, tratamiento psicológico en menores, tratamiento con perspectiva transdiagnóstica y muchas áreas más. Para todo ello, en Sevilla os esperamos en noviembre.
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