03 Jul “La prescripción social contribuye a hacer más integral la respuesta terapéutica”
En adicciones la respuesta debe ser integral e incorporar todas las vertientes: la psicológica, la biológica y la social. Los profesionales de este campo lo tienen claro desde lo inicios de su carrera profesional y trabajan en coordinación para que la persona con trastorno adictivo recupere su funcionalidad en todos los ámbitos de su vida. Las jornadas de Socidrogalcohol Cataluña organizadas con la Subdirecció General d’ Addiccions, VIH, ITS y Hepatitis Víriques (SGAVIH) del Departament de Salud de Catalunya pusieron el foco precisamente en un tema que puede contribuir de manera significativa a la mejora de la respuesta terapéutica, haciéndola más integral: la Prescripción social. Recordamos que desde Socidrogalcohol lanzamos la ADSalud donde hay un buscador de recursos comunitarios.
En la jornada con título Prescripción social en adicciones participaron más de 70 personas y contó con la contribución de 10 ponentes de distintas instituciones, ámbitos i perfiles profesionales (enlace al programa). En concreto, contó con la participación de la SGAVIH, profesionales de servicios de adicciones, Centros de Atención y Seguimiento a las Drogodependencias (CASD) y otros centros asistenciales como el SPAI de El Prat de Llobregat, así como entidades proveedoras de actividades comunitarias como Esportsalus y Metzineres.
Para ahondar un poco más en el tema, conversamos con Joan Colom (JC), Cristina Casajuana (CC) y Marc Olivella (MO) de la Subdirector y técnicos respectivamente de la SGAVIH, entidad pionera en la implementación de la prescripción social en el estado español y con Laia Miquel (LM), miembro de la junta autonómica de Socidrogalcohol Cataluña, que cerraba con este acto un magnífico servicio como presidenta de dicha junta.
Pregunta. De toda la vida se han prescrito fármacos, pero conocemos menos otros conceptos ¿Que es la prescripción social? ¿Qué potencialidades / oportunidades tiene?
LM. La prescripción social es un procedimiento por el cual un/a profesional de la salud prescribe un activo de salud (una actividad comunitaria, por ejemplo) a un/a paciente con el objetivo de mejorar su bienestar y salud. Es una estrategia que refuerza el potencial salutogénico de la persona aprovechando los recursos propios de la comunidad a la que pertenece la persona en combinación o no de los tratamientos médicos tradicionales.
JC. La prescripción social mejora el bienestar emocional y social fomentando la interacción social, reduciendo la soledad y aumentando el sentido de pertenencia y apoyo comunitario. Además, reduce la medicalización de problemas comunes de la vida diaria, como el malestar emocional y los trastornos mentales leves, ofreciendo una alternativa eficaz donde la medicina tradicional es limitada. Promueve hábitos de vida saludables y fortalece el capital social al ampliar las redes sociales, cruciales para el bienestar emocional y mental, incrementando la resiliencia. Finalmente, contribuye a abordar integralmente las necesidades del paciente al considerar también los determinantes sociales de la salud, resultando un tratamiento más completo y personalizado.
P. ¿Qué se puede prescribir a nivel social a un paciente con trastorno adictivo?
CC. En el ámbito de las adicciones, se pueden prescribir diversos activos comunitarios para promover la integración social, el bienestar físico y mental, y la recuperación del paciente. Estos activos pueden ser los mismos que se recomiendan a personas sin adicciones, pero es crucial escogerlos conjuntamente con el paciente para mejorar su adherencia.
P. ¿Por qué es importante introducir cada vez más en la práctica clínica de las adicciones este tipo de prescripción?
JC. El abordaje clínico, psicoterapéutico y farmacológico son imprescindibles en adicciones. En este contexto, la prescripción social contribuye a hacer más holística la respuesta terapéutica ya que considera más dimensiones y necesidades de la persona fomentando la integración social y mejorando de la calidad de vida de las personas.
MO. Entre las actividades más útiles hay las deportivas que fomentan la actividad física y el trabajo en equipo. Clases de baile, danza y expresión corporal pueden mejorar la coordinación y la autoestima. Las prácticas de yoga, meditación y técnicas de relajación son útiles para reducir el estrés y la ansiedad, mientras que las clases de autodefensa, especialmente dirigidas a mujeres, pueden aumentar la confianza y la seguridad personal.
En cuanto a actividades culturales, los clubes de lectura y talleres de escritura estimulan la mente y proporcionan un espacio de expresión personal. La participación en grupos de teatro y circo permite desarrollar habilidades artísticas y sociales, y las actividades musicales, como tocar instrumentos o cantar en coros, fomentan la creatividad y la cooperación. Involucrarse en asociaciones y actividades de cultura popular fortalece los vínculos comunitarios.
CC. Las actividades basadas en la naturaleza también son muy beneficiosas. Los proyectos de agricultura urbana permiten a los pacientes conectarse con la naturaleza y aprender sobre el cultivo de alimentos, mientras que las excursiones y salidas al aire libre mejoran el bienestar físico y mental. Los “baños de bosque” y “baños de mar”, conocidos como “receta verde” y “receta azul”, respectivamente, promueven la relajación y la conexión con la naturaleza. Además, el uso de aplicaciones online para encontrar eventos y grupos sociales, el activismo social, y la participación en grupos juveniles de educación no formal son opciones valiosas. Finalmente, actividades de formación, reinserción laboral y terapia ocupacional apoyan la rehabilitación integral y la reintegración en la sociedad.
P. ¿Por qué es importante introducir cada vez más en la práctica clínica de las adicciones este tipo de prescripción?
LM. El abordaje clínico, psicoterapéutico y farmacológico son imprescindibles en adicciones. En este contexto, la prescripción social contribuye a hacer más holística la respuesta terapéutica ya que considera más dimensiones y necesidades de la persona fomentando la integración social y mejorando de la calidad de vida de las personas.
JC. Además, los pacientes con adicciones, que son vulnerables al estigma y aislamiento, se benefician mucho de la participación en actividades comunitarias, al mejorar su interacción social y sus hábitos de salud, reducir sus sentimientos de soledad y aumentar su sentido de pertenencia y resiliencia.
P. ¿Qué perfil profesional debe hacer esta prescripción?
LM. Lo deseable es que todos los perfiles profesionales del ámbito salud (enfermería, psicología o psiquiatría) y social (trabajo social, educación social o terapia ocupacional) que trabajan en adicciones prescribieran activos comunitarios. De hecho, en nuestro contexto muchos profesionales ya hacen recomendaciones de actividades comunitarias y se apoyan mutuamente, aportando la experiencia y conocimiento específico de su profesión.
MO. En este sentido, creemos que el programa de prescripción social en adicciones tiene que dar valor a las características específicas que puede aportar cada tipo de profesional, especialmente aquellas del ámbito social, pues son estas las que tradicionalmente han tenido más en cuenta el contexto social de las personas usuarias de estos servicios.
P. ¿Hay una evidencia científica que acompañe a ciertas prescripciones sociales?
JC. Hay aún pocos estudios con metodología robusta y resultados comparables y los que hay se han centrado en colectivos específicos y muestran resultados prometedores. Por ejemplo, se hicieron estudios en colectivos de jubilados en el Reino Unido que tenían problemáticas en el consumo de sustancias y se describió que la prescripción social era útil para la vinculación de nuevo con la comunidad y para construir un nuevo sentimiento de identidad y pertenencia en un colectivo. También en el Reino Unido, la National Academy for Social Prescribing ha publicado recientemente una nota de evidencias de la prescripción social en el ámbito de la salud mental que recoge en pocas páginas buena parte de la bibliografía publicada sobre este tema. Otra institución que ha desarrollado estudios y ha recogido evidencia en prescripción social es la Social Prescribing Network. Finalmente, conocemos de primera mano experiencias de éxito en prescripción social basadas en naturaleza que están siendo evaluadas como por ejemplo el proyecto Branching Out en Escocia o el proyecto europeo RECETAS en el que participamos y que busca reducir la soledad no deseada en contextos urbanos a través de la naturaleza como mecanismo terapéutico.
Obviamente hay mucho por hacer y esperamos poder también contribuir con nuestro trabajo desde Cataluña.
P. Tenemos una primera muestra de esto en Cataluña. ¿Cómo se está haciendo?
JC. En Catalunya, venimos implementando el programa de prescripción social y salut en atención primaria de salud desde el 2012. La experiencia en APS se publicó en la revista FMC. En 2023, 23.338 pacientes recibieron una prescripción social en Cataluña, mostrando un incremento de 2,3 veces respecto a 2022. Los resultados muestran que dos tercios de las personas experimentaron mejoras en el bienestar mental y más de un 40% aumentaron los niveles de apoyo social.
Actualmente, trabajamos para desplegar la prescripción social en servicios de salud mental y adicciones (SSMyA), donde puede contribuir también a restaurar la salud y mejorar el bienestar de las personas atendidas. Hemos realizado una revisión bibliográfica y formado un grupo de trabajo con profesionales de SSMyA para intercambiar experiencias, identificar necesidades y buenas prácticas. Se está realizando un estudio cualitativo con grupos de discusión, segmentados por usuarios de SSMyA y profesionales de primera línea para validar una propuesta de pilotaje y determinar barreras y facilitadores de la prescripción social. Los resultados están mostrando que este programa será útil para la salud de los usuarios, aunque hay barreras a gestionar como la necesidad de más soporte, mayor concienciación sobre adicciones entre los proveedores, criterios claros de inclusión/exclusión, y mejores herramientas de monitoreo y evaluación. Las oportunidades detectadas incluyen el interés de los profesionales en implementar el programa, la existencia de organizaciones comunitarias y la priorización política del tema. Se han identificado circuitos de prescripción social ya existentes en el territorio que estan adaptados a las particularidades locales y sus activos de salud, con una colaboración intersectorial efectiva en muchos de ellos.
En resumen, la prescripción social es prometedora para mejorar el bienestar de los usuarios de SSMyA, pero requiere un enfoque estructurado y colaborativo con la participación de todos los actores relevantes. La concienciación y formación de los proveedores de actividades comunitarias sobre las adicciones es crucial para reducir la estigmatización y mejorar la integración de los usuarios. Es esencial establecer criterios claros de inclusión y exclusión, así como herramientas eficaces de monitoreo y evaluación, para asegurar el éxito y sostenibilidad del programa.
P. ¿Por qué Socidrogalcohol pone el foco en algo así?
LM. Porque nuestra principal característica como sociedad científica es la multidisciplinariedad y poner a los pacientes en el centro de todo con un trabajo coordinado, integral y holístico. La prescripción nos permite ayudar mejor al paciente, humanizar el tratamiento y poner el foco en lo importante: la persona.
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