08 Oct Uno de cada cinco jóvenes se conecta por la noche haciendo uso del dispositivo móvil
Los profesionales de las adicciones llevan tiempo atendiendo al mal uso o abuso de las Tecnologías de la Información. El dispositivo móvil es una herramienta con una inmensa disponibilidad que en ocasiones resulta ser una extensión más del propio brazo de los adolescentes. Estos días, cerca de 800 profesionales (del campo de la psicología, psiquiatría, medicina, trabajo social, educación social, etc.) se reúnen en Tenerife en las 49 Jornadas Nacionales y 4th Congreso Internacional de Socidrogalcohol, la sociedad científica de adicciones más antigua de España. Y es precisamente el impacto de las nuevas tecnologías uno de los temas que se abordaran en el evento.
Nacho Guadix García, Responsable de Educación y Derechos Digitales de la Infancia de UNICEF España, ha recordado la importancia de acompañar a los niños y niñas y jóvenes en el uso correcto de las tecnologías, tanto en el uso de internet, como de las redes sociales o los videojuegos.
Según el informe publicado por UNICEF, Impacto de la tecnología en la adolescencia, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) establece que niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la libertad de expresión, de información y al juego, así como también a la privacidad y a la protección frente a cualquier forma de violencia o efectos negativos para su bienestar y correcto desarrollo integral. Por lo que se debe proteger la infancia y la adolescencia también en los entornos digitales: “No todos los contenidos son adecuados para todas las edades y somos los adultos los que tenemos que facilitarles un acceso acorde a su desarrollo”.
El primer dispositivo móvil llega a los 10-11 años de media. Los datos del estudio hablan de que un 98% dispone de wifi en casa, un 94’8% tiene conexión a internet y un 90’8% se conecta todos o casi todos los días.
De este estudio se desprenden otros datos sobre los hábitos de uso, como que el 31’5% usan internet más de 5h al día entre semana. Seis de cada diez adolescentes duermen con el móvil y uno de cada cinco se conecta por la noche, con todas las implicaciones que esto puede tener en su día a día, tanto personal como escolar.
Guadix recuerda que la irrupción de nuevas tecnologías condicionan nuestra realidad, nuestros hábitos, la forma de relacionarnos, incluso nuestros derechos: “Los avances tecnológicos conllevan, indudablemente, beneficios y oportunidades para nuestra sociedad, y por tanto también para nuestros niños, niñas y adolescentes. Pero no podemos perder de vista los riesgos que puede entrañar para la infancia y la adolescencia si se produce una exposición temprana y sin acompañamiento”.
Algunos de los riesgos son el ciberacoso, el sexting, el uso problemático de redes sociales y las adicciones a videojuegos.
Hugo López, vicepresidente de Socidrogalcohol, ha explicado que “la adicción a las tecnologías aún no está recogido en el DSM V, el Manual de Diagnóstico en el que se basan los profesionales de las adicciones”, aunque sí lo está la adicción al juego, donde entrarían por ejemplo las apuestas deportivas: “Nuestro objetivo en los eventos que organizamos es hablar desde las evidencias científicas que tenemos y conocemos, la ciencia va avanzando, y nuestra misión es acercar las novedades a los profesionales que cada día atienden a las personas, en este caso a los jóvenes”.
López también ha destacado que este es un congreso (que reúne a 800 personas – Más de 500 presenciales y el resto online) amplio en el que se van a tratar temas muy variados desde el consumo de cannabis (con la presentación de una Guía y un libro, así como diversas mesas), la comorbilidad psiquiátrica (es decir, la coexistencia de un trastorno mental con una adicción), el impacto de la tecnología en adolescentes, analgésicos opioides, la perspectiva de género en adicciones, reducción de daños, etc.
Se puede ver el programa y los ponentes en este enlace.
Socidrogalcohol es la sociedad científica de adicciones más antigua de España, con más de 50 años de trayectoria y que abarca todas las profesiones que atienden a las personas con trastorno adictivo: psicología, medicina, psiquiatría, enfermería, trabajo social, educación social, etc.
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